jueves, 9 de diciembre de 2010

Volvió!

Tuvieron que pasar 15 años para volver a vivir una noche así. Después de la definición de Eduardo Tuzzio en el quinto penal, el hincha de Independiente descargó tanta tensión contenida en 120 minutos de juego y 9 penales. Y es que el rojo no la tuvo nada fácil ante un Goiás que perdió la categoría en el Brasileirao, pero que en esta edición de la copa Sudamericana justificó claramente su llegada a la final y el mote de "cenicienta" del certamen. El equipo goiano estuvo a la altura de la circunstancia.

¿Quién puede objetar la legitimidad del campeón? Un equipo que tuvo que dejar en el camino a el campeón argentino; el campeón uruguayo, a quien está a un paso de jugar la final del torneo colombiano, al último monarca de la copa sudamericana y al Goiás en la final. La serie que en la previa pintaba como la más accesible, terminó siendo la que mayor complicaciones planteó para el conjunto de Avellaneda.

Independiente no ganó de visitante en toda la copa, pero en todos esos encuentros salió con vida. Eso le posibilitó rematar las series en su estadio (excepto ante Argentinos Jrs, que se definió en La Paternal). Dentro de una misma competición, el plantel tuvo que superar varias pruebas de carácter, y así lo hizo, sino recuerden la revancha con Defensor Sporting en Avellaneda que el Diablo comenzó perdiendo y se vio obligado a convertir 3 goles; el 0-3 con Liga en Quito, y el empate de Rafael Moura que cayó como un baldazo de agua helada en la 2da final.

El gran responsable de la gesta no es otro que Antonio Mohamed. Un entrenador que se hizo cargo de un equipo anímica y futbolísticamente hecho pedazos. El turco apostó a ganador en la copa y la consiguió. Pero su mayor mérito radica en grandes detalles como la recuperación de jugadores que eran el foco de todos los insultos y reproches del público; Hernán Fredes y Nicolás Cabrera. Y además confió en Hilario Navarro para ser el dueño del arco. El arquero correntino fue la gran figura del rojo en la copa.

Vale la pena resaltar la labor de Eduardo Tuzzio, Julián Velázquez, Facundo Parra y Andrés Silvera a lo largo de la copa Sudamericana. Independiente se aseguró una 16ta copa internacional en su vitrina. Tendrá la chance de jugar la próxima edición de la Libertadores (en fase previa ante un equipo ecuatoriano), la Sudamericana 2011; la Recopa y la Suruga Bank.

El rojo se amigó con su historia y gritó campeón. Después de la fiesta que se vivió en Avellaneda, no quedan dudas que la fiesta durará un largo tiempo...

1 comentario:

  1. Es una gran descripción de como se obtuvo el título. Coincido. Creo también que otro mérito de Mohamed fue reubicar a Tuzzio, al sacarlo de la banda -a pesar de que ayer jugó ahí- y ponerlo de líbero o central. Lo ayudó la recuperación de Battion, fundamental en las últimas dos llaves.
    Ojalá que este logro no tape la realidad del club, que está lejos de ser buena. La copa no tiene que encegecer y esperemos que por primera vez, los dirigentes sean competentes y armen un equipo como la historia -y ahora este presente- exigen.

    MAtias Fiorentino
    www.cuentosconfutbol.com.ar

    ResponderEliminar